La vitamina D es una gran aliada en la pérdida de peso ya que ayuda a prevenir el crecimiento de células de grasa. Además, fortalece nuestros huesos, mantiene nuestros niveles hormonales bajo control, refuerza nuestro sistema inmunológico, protegiéndonos contra las enfermedades.

Por si fuera poco, la vitamina D ayuda a modular el crecimiento celular, reducir la inflamación y mejorar nuestras funciones neuromusculares e inmunes. Y, además, si lo que buscas es bajar tu presión sanguínea, y reducir el riesgo de diabetes, infarto, artritis reumatoide o esclerosis múltiple: esta es la vitamina para ti.

Deficiencia de Vitamina D

La deficiencia de vitamina D, puede resultar en complicaciones de sobrepeso y obesidad, ya que se liberan hormonas que estimulan el apetito, de forma que comemos más y subimos de peso. Sin suficiente vitamina D, los niños son propensos al raquitismo, y los adultos a desarrollar osteoporosis u osteolomacia (reblandecimiento de los huesos).

En realidad, casi todos cubrimos nuestros requerimientos de vitamina D cuando nos exponemos a la luz solar. Sin embargo, la hora del día, la cantidad de tiempo que nos exponemos al sol, la nubosidad, el smog, el contenido de melanina y el filtro solar afecta nuestra exposición a los rayos UV y la síntesis de vitamina D. Pero, no hay que perder de vista que es recomendable limitar nuestra exposición a la luz del sol para evitar cáncer de piel, generalmente de 10 a 15 minutos al día son suficientes.

En dónde encontramos vitamina D

La vitamina D se encuentra de forma natural en muy pocos alimentos, tales como los pescados azules (salmón, atún y macarela) y los aceites de hígado de pescado. Otros alimentos con pequeñas cantidades de vitamina D son el hígado de res, los quesos y las yemas de huevo.

Es por eso que la mayor parte de nuestra ingesta de vitamina D viene de alimentos fortificados (alimentos con nutrientes añadidos), tal como leche, jugo de naranja, yogurt, margarina, entre otros. Si quieres saber más, la Dietary Guidelines for Americans publica una lista detallada de los alimentos que contienen vitamina D junto con su información nutrimental.

  • Un patrón de alimentación sana que contenga vitamina D incluye:
  • Una variedad de vegetales, frutas, granos enteros, leche sin grasa o baja en grasa, productos lácteos y aceites.
  • Alimentos proteínicos, tal como mariscos, carnes magras y aves, huevos, legumbres (frijoles y guisantes), nueces, semillas y productos de soya.
  • Limita las grasas saturadas y las trans, así como las azúcares añadidas, el azúcar y el sodio.

La ingesta excesiva de vitamina D puede ser dañina

Los requerimientos de vitamina D dependen del tamaño de cada cuerpo. Antes de tomar algún suplemento de vitamina D, consulta primero con tu doctor para que te diga si necesitas tomarla y en qué cantidad.

Según una encuesta realizada por Reuters, actualmente uno de cada cinco norteamericanos consume suplementos de vitamina D, y un número creciente los toman en exceso creyendo que así mejoran su salud.

Un estudio llevado a cabo por Pamela Lutsey, investigadora de la Universidad de Minnesota, encontró que la ingesta excesiva de vitamina D puede ser dañina, ya que provoca la sobre absorción de calcio y puede llevar la sedimentación de calcio (piedras) en tejidos blandos, tal como el corazón y los riñones.

Por ello es importante que sólo consumamos la dosis recomendada: 600 UI (15 mcg) de vitamina D por día para adultos de 19-70 años de edad.

Recuerda que tú salud debe ser tu prioridad No. 1, así que #YaDecídete y comienza a hacer los cambios necesarios en tu vida diaria para conseguirlo.