Ya sea en el ambiente o en nuestra comida, nadie escapa a las sustancias que intoxican nuestro cuerpo. Nuestro organismo está expuesto a numerosos contaminantes: alcohol, nicotina, grasas saturadas, colorantes artificiales, conservadores, micropartículas (hidrocarburos, pesticidas, fertilizantes y otras sustancias químicas) … Una sobrecarga de estos desechos llamados “toxinas” ponen a nuestras células en peligro ya que aceleran su envejecimiento y debilitan nuestras defensas naturales.

Esta “contaminación interna” provoca ciertos síntomas: fatiga crónica, dolores de cabeza, insomnio, problemas digestivos o dermatológicos (granos, irritaciones, piel deslucida, alergias, etc.). De ahí la importancia de llevar una alimentación más sana “limpie” internamente y purifique nuestros órganos excretores (intestinos, hígado, riñones, piel, pulmones), que son los “filtros” encargados de eliminar los desechos y toxinas acumuladas.

Aquí es donde entra la desintoxicación o détox. Un détox es un programa elaborado por un profesional en nutrición, y aunque existen de muchos tipos, todos tienen un mismo fin: recuperar el equilibrio alimentario y el bienestar. La idea es “limpiar” nuestro cuerpo y mejorar su funcionamiento. A pesar de que la mayor parte del tiempo nuestro organismo es capaz de eliminar por sí solo las toxinas, durante un período de fuerte estrés, fatiga o de excesos, necesita ayuda y un détox puede ser un excelente empujón para lograrlo.

Por qué hacer un détox

En un principio, el détox es una práctica de salud, pero también un buen método para ayudarnos a bajar de peso, ya que gracias al détox se eliminan, junto con los desechos y las toxinas, el exceso de grasa de nuestro cuerpo. Así que no sólo perdemos algunas libras, sino que también algunas pulgadas.

Es importante recalcar que el principal objetivo del détox no es propiamente adelgazar. En realidad, perder algo de peso es un efecto secundario. El objetivo real de un détox es ayudar al organismo a eliminar de nuestro cuerpo todos los elementos indeseables – como la grasa corporal mala – pero, sobre todo, las toxinas. Entre las muchas ventajas del détox, están las siguientes:

  • Depura el aparato digestivo.
  • Reduce la ansiedad.
  • Aumenta la energía.
  • Refuerza el sistema inmunológico.
  • Aumenta la claridad mental.
  • Desintoxica el organismo.

El mejor momento para un détox

La frecuencia con que debemos hacer un détox depende del tipo de détox, pero, sobre todo, depende de la situación de cada persona. En todos los casos, lo mejor es hacerlo cuando no tengamos que realizar ninguna actividad física fuerte. En caso contrario, podríamos llegar a sentir mucho más pronto la urgencia de comer más, ponernos de mal humor e incluso, se nos puede bajar el azúcar. Puedes escoger un fin de semana, cuando no tengas ningún plan ni la necesidad de salir de casa. Así tendrás todo ese tiempo para que tu cuerpo repose y tu détox te dé mejores resultados.

Y no olvides…

Existe un buen número de prácticas altamente peligrosas que puedes encontrar en revistas o en internet y que se dicen son “détox”. Desafortunadamente, carecen de un buen sustento médico y nutricional, y te pueden traer más problemas que soluciones. Nuestro consejo es que busques la ayuda de un profesional que te ponga un plan détox sano y seguro.

Entre otras cosas, siempre ten en cuenta lo siguiente:

  • Toma suficiente agua, pero no demasiada. Aunque beber líquidos (agua natural, principalmente) es muy sano, beber demasiada también es perjudicial ya que eliminarás de tu organismo vitaminas, tus riñones no funcionarán correctamente, bajarán tus niveles de sodio, etc.
  • No utilices diuréticos. En general, los détox que usan medicamentos, son peligrosos. Los diuréticos no sólo te harán eliminar agua a través de la orina, sino también las vitaminas que tu cuerpo necesita. Además, pueden bajar tu presión arterial.
  • No utilices laxantes. Los laxantes aceleran el tránsito digestivo, pero no son suplementos alimenticios purificadores. No sólo pueden irritar tu colon, sino también provocarte diarreas y una malabsorción intestinal.
  • No ayunes. El ayuno desbalancea el metabolismo, sube la presión arterial y los niveles de colesterol. Un ayuno total (sin agua) puede provocar graves problemas de salud como deshidratación o problemas renales.
  • Haz actividad física. Un plan détox es una oportunidad maravillosa para poner en línea a nuestro cuerpo. Practicar alguna disciplina como el yoga, pilates o meditación también nos pueden ayudar en nuestro détox.

Ahora que conoces todos los beneficios de un programa détox, ¡es hora de que lo intentes! Aquí en Forma Vital, nuestros terapeutas pueden elaborar para ti un programa détox a la medida de tus objetivos y necesidades. No esperes más, #YaDecídete.